miércoles, 12 de enero de 2011

¿Existe, acaso, la posibilidad de hablar con los que se marcharon "al otro lado"?

Últimamente hay en televisión un programa en el que una vidente, Anne Germaine, habla con los espíritus que acompañan a famosos que visitan el plató o con los espíritus que acompañan al público y les transmite a los vivos sus mensajes.....

¿quien no ha soñado alguna vez con tener una conversación más con aquellos que murieron? ¿quien no ha querido comunicarse con ellos? ¿Quien no piensa alguna vez en la posibilidad o en lo que puede haber después de morir?

Ese programa de TV y esa mujer hacer ver que ese sueño puede cumplirse.... ignoro si es cierto, si simplemente ella se comunica con el inconsciente o con la mente de quienes están allí, si realmente hay espíritus con los que comunicarse o si... lo que sea.
En cualquier caso, me ha hecho pensar.

viernes, 31 de diciembre de 2010

La vida y la muerte: Un cambio

Aquí de nuevo, después de unos meses sin noticias y sin testimonios. A veces los avatares de la vida... traen cambios y poco tiempo para escribir.
Ahora que un nuevo año empieza y un año termina, recuerdo algo que no sé si leí, me dijeron o... qué. Algo como que "nacer es como morir: solo un cambio". Puede que ninguno de ellos sea fácil, lo que es indudable es que están inexorablemente unidos y que, ambos, son inevitables.

Os deseo lo mejor para el próximo año. Por y para vosotros y en memoria de aquellos con quienes habéis compartido y que se han ido.

martes, 1 de junio de 2010

El mantra de la compasión infinita

OM MANI PEME HUNG

Son sílabas sagradas en la tradición oriental del budismo tibetano que simbolizan la capacidad para ponerse en el lugar del otro para desearle lo mejor para darte cuenta de que los demás estén aún vivos o ya no quieren o han querido exactamente lo mismo que tú: ser felices. Son sílabas sagradas para ayudarte si necesitas apoyo o consuelo a dártelo a tí mismo.

Seguramente todos tenemos una "frase sagrada" a la que poder agarrarnos y repetir cuando nos sentimos perdidos, enfadados, dolidos o no sabemos que hacer con una pérdida, cuando los pensamientos que vienen no nos ayudan nada sino que nos perjudican, cuando... vemos a alguien sufrir o nos sentimos felices y nos gustaría que todo el mundo pudiera serlo

Si no la tenéis, os animo a buscarla.
Una frase, una palabra...algo con significado profundo para cada uno de vosotros, algo que nos ayude a dejar atrás los dolores del pasado, los rencores, la rabia, que nos ayude a despedirnos y a vivir en un presente más pleno y mejor

Ana

PD: Recuerda Haití, ya no sale en las noticias pero aún está ahí

martes, 30 de marzo de 2010

Cuando perdemos algo o a alguien en contra de nuestra voluntad...

Cada vez que perdemos algo se produce con una mayor o menor intensidad una serie de fases (ahora también las llaman procesos, depende de las escuelas) por las que pasar:

Primero uno no se lo cree: Negamos la realidad

Después negociamos en un intento vano de la realidaad: Buscamos aquí o allí. Piensa: si hubiera hecho esto o aquello o quizá...
también caben aquí los "de lo que yo sería capaz por recuperarlo"o "mejor yo que él o ella"

Luego nos enfadamos: Con lo perdido, con el mundo, con la gente, con nosotros mismos.

Aparece también en un determinado momento la pena: Lo perdido no va a volver y eso nos deja tristes.

En algún momento aceptamos y nuestra vida se recupera de la pérdida. Aunque ya no vuelva a ser la misma, al menos puede volver a ser una buena vida. Reaparece la paz

Estas fases son comunes a cualquier pérdida no deseada y alcanzan su cúlmen cuando la pérdida es por muerte: Se marcha uno de los nuestros, alguien a quien queremos y con quien hemos compartido mucho..... Ahí la intensidad es mucho mayor. La negación más inmensa, la negociación también, la rabia puede ser profunda así como la pena y con la aceptación aparece la paz y parece que el aire llega mejor a nuestros pulmones.

Las fases no tienen un orden exacto, a veces se mezclan unas con otras a veces se intercambian; en fín, no hay una ciencia exacta pero conocerlas es útil porque nos ayuda a tener un mapa de los lugares por los que transitamos mientras estamos en duelo en nuestro camino hacia la recuperación.

SEGUIMOS RECORDANDO HAITÍ Y AHORA TAMBIÉN CHILE

viernes, 29 de enero de 2010

Abrazar la pérdida es abrazar la vida

Cuando alguien se nos va pasamos por muchas emociones y sentimientos que tienen que ver con lo vivido y con lo NO VIVIDO. Hay emociones que nos resistimos a vivir y luchamos contra ellas y, eso, las hace aún más grandes. Hay cambios inevitables que aceptar y luchamos contra ellos, no queremos aceptar...y eso, los hace más dolorosos. Hay una nueva vida, una nueva situación a partir de la pérdida. Hay cosas que no se dijeron, que no se llegaron a hacer. Hay otras que nos gustaría no haber dicho, ni hecho.

Sé que afrontar todo esto cuesta, sé que hacernos a la idea del cambio resulta en ocasiones difícil pero, decidme, cuando algo es tan definitivo como la muerte ¿podemos cambiar eso? ¿podemos hacer volver a alguien de los que se han ido? Ya sé, ya sé que todos hemos fantaseado alguna vez con esa idea, con el conseguir hacerles volver y mi pregunta es ¿sabéis de alguien que lo haya conseguido? Quizá alguien me hable de Lázaro o de otros ejemplos semejantes y aquí la nueva pregunta es ¿Están ellos vivos AHORA? ¿Alguien se queda aquí para siempre?.

Abrazar la pérdida implica tener la valentía de aceptar aquello que sentimos, de aceptar la nueva situación, saber que duele y seguir caminando, saber que en ocasiones hay alegría y, tal vez, nos sentimos culpables por eso al principio pero seguimos caminando sabiendo que la vida puede volver a ser una buena vida aunque ahora parezca imposible y que eso depende de nosotros mucho más de lo que queremos creer.

Abrazar la pérdida , hacerle un sitio dentro y seguir caminando es para mí, por todo eso, abrazar la vida.

miércoles, 20 de enero de 2010

Haití

Una plegaria, una vela, un buen pensamiento, una donación, .... Estar con ellos y sentirlos cerca aunque estemos lejos.

dejalosirconamor desde el corazón con Haití